

Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo,
anuncien la Buena Noticia a toda la creación"
Mc 16,15.
Cantos de la Buena Noticia
para el Tiempo Ordinario C

Nos Cambiaste el Agua en Vino
Jn 2, 1-11
“Todo el mundo sirve primero el vino mejor, y cuando los invitados ya han bebido bastante, se sirve el corriente. Tú, en cambio, has guardado el vino mejor hasta ahora”.

El Espíritu de Dios sobre mí Está
Mt 4,12-23; Mc 1,14-20
El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos, para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor

Nadie es Profeta en su Tierra
Lc 4, 21-30
Yo les aseguro que nadie es profeta en su tierra. Había ciertamente en Israel muchas viudas en los tiempos de Elías, cuando faltó la lluvia durante tres años y medio, y hubo un hambre terrible en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda que vivía en Sarepta, ciudad de Sidón

Mar Adentro
Lc 5, 1-11
Se acercaron ellos y llenaron las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se arrojó a los pies de Jesús diciendo:- «Apártate de mí, Señor, que soy un pecador.»”.

Bienaventurados
Lc 6, 17. 20-26
Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos....Dichosos los sufridos, porque heredarán la tierra… Dichosos serán ustedes, cuando los injurien, los persigan y digan cosas falsas de ustedes por causa mía. Alégrense y salten de contento, porque su premio será grande "

Nada Especial
Lc 6, 27-38
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso

Por los Frutos se Conoce el Árbol
Lc 6, 39-45
¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano

Pendiente
Lc , 1-10
En aquel tiempo, vio Juan el Bautista a Jesús, que venía hacia él, y exclamó: "Éste es el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo. Éste es aquel de quien yo he dicho: 'El que viene después de mí, tiene precedencia sobre mí, porque ya existía antes que yo"..

Joven, a Ti te Digo
Lc 7, 11-17
Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: "No llores". Acercándose al ataúd, lo tocó, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: "Joven, yo te lo mando: levántate". Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre.

Perfume y Lágrimas
Lc 7, 36-50
El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola.

Eres Nuestro Señor
Lc 9, 18-24
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado en un cojín. Lo despertaron y le dijeron: "Maestro, ¿No te importa que nos hundamos?" Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar "¡Cállate, enmudece!". Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma

Déjame Seguirte, Señor
Lc 9, 51-62
“«¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida.» … entro donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: -«Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»). La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar…

Yo Quiero Vivir como Tú
Lc 10, 1-12. 17-20
¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?» Y esto les resultaba escandaloso. Jesús les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa.

El Buen Samaritano
Lc 10, 25-37
Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto

Martha y María
Lc 10, 38-42
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

Cantemos Todos
Lc 11, 1-13
Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie

Aléjense de la Avaricia
Lc 12, 13-21
"Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.» Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan.» Jesús les contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed

No Temas Rebañito Mío
Lc 12, 32-48
Nadie puede venir a mí si el Padre que me ha enviado no lo atrae; y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que ha venido de Dios, ése ha visto al Padre

He Venido a Traer Fuego a la Tierra
Lc 12, 49-53
Discutían entre sí los judíos y decían: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?” Jesús les dijo: "En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros

La Puerta Estrecha
Lc 13, 22-30
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?» Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios

El Último Lugar
Lc 14, 1. 7-14
Oídme todos y entended. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, …. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre

Si Alguno Quiere Seguirme
Lc 14, 25-33
Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga as manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: —«Effetá», esto es: «Ábrete.» Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad

La Oveja Perdida
Lc 15, 1-32
Por el camino, preguntó a sus discípulos: —«¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: —«Unos, Juan Bautista; otros, Elías; y otros, uno de los profetas.» EL les preguntó: —«Y vosotros, ¿quién decís que soy? Pedro le contestó: —«Tú eres el Mesías.».”

Dios y el Dinero
Lc 16, 1-13
Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos”. Y tomando un niño, le puso en medio de ellos, le estrechó entre sus brazos y les dijo: “El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, no me recibe a mí sino a Aquel que me ha enviado

El Rico y Lázaro
Lc 16, 19-31
Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.” Pero Jesús dijo: “No se lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros, está por nosotros

Si Tuvieran Fe
Lc 17, 5-10
Le presentaban unos niños para que los tocara; pero los discípulos les reñían. Más Jesús, al ver esto, se enfadó y les dijo: “Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el Reino de Dios

Los Diez Leprosos
Lc 17, 11-19
Una cosa te hace falta: anda, cuánto tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme.” Pero difícil, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes

El Juez y la Viuda
Lc 18, 1-8
Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar

El Fariseo y el Publicano
Lc 18, 9-14